domingo, 20 de diciembre de 2009

UNA BELLA HISTORIA LA CONVERSION DE EDUARDO VERASTEGUI

Mucho se ha hablado en estos meses del estreno en América de Bella, una película méxico-americana de Alejandro Gómez Monteverde que ha triunfado en el Festival de Toronto y que transmite una mirada cristiana sobre los dramas de la vida. La produce una compañía que se llama Metanoia Films y la protagoniza un famoso artista mexicano, Eduardo Verástegui. Es interesante conocer la historia de este intérprete.

Eduardo Verástegui, uno de los latinlovers más codiciados y deseados de Hollywood, dieron un giro completo cuando se enfrentó a lo que estaba siendo su vida: una carrera alocada en pos del dinero, el éxito fácil y el placer. Dios le sonrió y puso en su camino determinadas personas que le ayudaron en su proceso de conversión. En aquel momento adquirió un compromiso firme, como ha repetido ya por medio mundo: "Prometí a Dios que nunca más aceptaría un trabajo en el que ofendiera a mis creencias, a mi familia y a la comunidad latina. Comprendí que no había nacido para ser una estrella de cine, sino para servir a Dios".
El dice que siempre anduvo tras el éxito, pero la verdad es que el éxito siempre anduvo tras él. Cuando sintió que había llegado el momento oportuno, comenzó a escalar la cima más alta con la que sueñan la mayoría de los actores: la conquista de Hollywood. Nada le hacía sospechar cuando abandonó Miami para instalarse en Los Ángeles que su alma inquieta iba a llevarle por otros caminos más allá de las peligrosas distracciones de la fama, comenzó a sentirse terriblemente sólo, vacío, sin ilusiones. Así que decidió cerrar sus increíbles ojos verdes a ese mundo de fama que durante tanto tiempo le había deslumbrado y miró hacia adentro.
Me sentía muy inquieto, muy insatisfecho. Con todo lo que hacía, nada, absolutamente nada me llenaba… Y yo pensaba: "¿Qué me falta? Seguro que cuando haga este proyecto voy a sentirme bien", pero tampoco. Terminaba mi siguiente trabajo y me sentía totalmente vacío. Entonces me ilusionaba con alguna mujer, qué tal si ando con fulanita o menganita, pero toda mi vida soñé con casarme y tener hijos, mientras salía con un tipo de mujeres que yo sabía que por ahí nunca iba a encontrar a mi esposa… Así que llegó un punto en el que me invadió el vacío.


En mi búsqueda por saber qué había más allá de todo este vacío, empecé a cuestionarme las grandes preguntas que todo el mundo se hace alguna vez en la vida: "¿Qué hago en este Universo?, ¿de dónde vengo?, ¿a dónde voy?, ¿qué sentido tiene todo esto?"… Y en esta búsqueda empecé a frecuentar otro tipo de gente, otro tipo de ambiente…. Mis padres son gente sencilla, con unos valores morales increíbles, con mucha vida espiritual… Sufrieron bastante cuando dejé mis estudios y casi a escondidas me fui de casa para perseguir mis sueños en el mundo artístico. Les di muchos disgustos. Hasta que un día mi madre se hartó y dijo: "Lo que le digo a este hijo mío, le entra por un oído y le sale por el otro. Donde no he llegado yo con mis palabras y mis consejos, las oraciones que voy a dedicarle toda mi vida terminarán tocando tarde o temprano su corazón". Y se dedicó a rezar por mí. Así que creo que las oraciones de mi madre han tenido mucho que ver en todo esto… –dice riendo–. Ya sabes lo que se dice: "No hay nada más poderoso que las oraciones de una madre por sus hijos". Después de ver mi caso, estoy convencido de ello. Todo el cambio que he experimentado en mi vida, las personas nuevas que se me acercaron en mi crisis, no me cabe duda que han sido fruto de las oraciones de mi madre.
La vida es una experiencia. Cuando uno no sabe lo que quiere, terminas en cualquier lado. Es muy peligroso. Cuando no sabes dónde vas, acabas en cualquier lugar, accidentalmente, influenciado por un amigo equivocado, un ciego que sigue a otro ciego, y luego dices: "¿Cómo terminé haciendo esto o aquello?, ¿pero qué me trajo hasta aquí si esto no soy yo?". En un principio, claro, fue un cambio tan radical, que se asustaron. Cuando un día aparezco y les digo: "A partir de hoy no voy a hacer nada contra mis principios. Si el precio del cambio es que vaya a terminar trabajando en mi pueblo vendiendo tacos, esto es más digno que lo que he hecho hasta ahora. Si el día de mañana voy a casarme y tener hijos, que mis hijos estén orgullosos de su padre, y si no llega a irme bien, si quieren, que me ayuden a vender tacos en la calle" –dice riendo–. "Eso es un poco exagerado, ¿no?", me dijeron… Pero les expliqué: "Si voy a llevar una vida íntegra, voy a ser radical. No me gustan las medias tintas. O eres un hombre de palabra o no eres un hombre de palabra. Sea quien sea quien esté detrás del mejor proyecto, no voy a hacer nada que vaya contra mis principios, porque, si acepto, es venderme, y volveré a acabar viviendo una mentira".
Mi fe. Es un regalo que Dios me dio a través de ellos. De mi padre, la perseverancia. A respetar a los demás. Siempre me dijo: "Sé honesto en lo que hagas, nunca te rindas. De los cobardes nunca se ha escrito nada. Ve siempre hacia delante, nunca mires a nadie con desprecio. Si tienes que mirar a alguien hacia abajo, que sea sólo para tomar su mano y ayudarle si lo necesita…". En fin, unos códigos, unos principios, cosas muy simples, pero muy importantes… De mi madre aprendo a ser humilde, a ser amable. Ella me dice: un corazón humilde es bien recibido en todas partes…". Los dos siempre han velado antes que nada por la unidad de la familia. Desde entones, no ha dejado de trabajar para ofrecer mensajes llenos de valores y de vida. Como el de la película Bella, un milagro que aún sigue produciendo sus frutos. Una película que ha difundido un canto a favor de la vida por todo el mundo y que ya ha salvado, que se sepa, a más de cien bebés después de que sus madres vieran esta pelicula.

Entrevista Eduardo Verástegui (2 de 4)

3 comentarios:

  1. HOLA

    Soy Ana y te escribo desde el peru, me encontre con tu blog y me parece realmente un milagro el testimonio de eduardo es precioso. Es realmente admirable la decision que tomo en su vida, el seguirle los pasos a Cristo, esto es lo mas bello y lo mejor que le ha podido pasar. !Dios y la Virgen lo Bendigan! y te bendigan a ti tu blog esta muy bien realizado felicidades y exito!!

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  2. Felicidades a Eduardo una persona como él puede hacer mucho bien a la juventud, tan necesitada de valores. Vimos la pelicula mi marido y yo, aquí en España ya se estreno os la recomiendo. PRECIOSA.
    saludos desde Madrid.
    Lorena

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  3. Wow!! Realmente debio haberle pasado algo muy grande, para hacer este cambio tan radical. Pero es realmente admirable y un gran ejemplo para esta juventud tan descarriada. Muy buen punto el compartir esta bella historia.

    Saludos desde Veracruz

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