QUIERO VENDER MI CASA...

Antes se vendían solos, ahora poner un cartel ya no es suficiente. No sólo eso, «cuando le decimos a la gente lo que creemos que vale su casa, muchos creen que les estamos engañando».

Sepa qué panorama le espera si está pensado en vender o comprar una casa en el mercado de segunda mano y obra nueva. Los dos se tienen que vender de la misma manera, lo único que cambia es el funcionamiento del punto de venta y algunos detalles en el transcurso de la venta del inmueble.

Quiero vender mi casa

- Tardará mucho más en vender su casa. Los expertos a pie de calle afirman que, de media, se tarda entre nueve y 12 meses en vender una casa de segunda mano o de obra nueva.

- Tendrá que rebajar sus pretensiones. Prepárese para ofertas y contraofertas. «Sepa que, si quiere vender su casa de verdad, tendrá que rebajar su precio.

- Nadie dice la verdad. La compraventa de una casa es lo más parecido a una partida de póker, donde los faroles y las fanfarronadas están a la orden del día. No confíe en la exactitud de comentarios como «el vecino de la tercera casa lo vendió por $80,000.00 pesos más hace dos meses» o «le rebajé sólo $20,000.00 pesos».

- Realice mejoras en el domicilio, si la casa no es semi nueva o nueva. Una manera de contener la probable desvalorización de su casa pasa por realizar reformas en la vivienda, de forma que la calidad de su interior le permita ganar crédito en la negociación.

- Cuestión de tamaños. La vivienda pequeña se vende peor que antes. El perfil de comprador está cambiando y con él la casa que más se cotiza. Compran quienes necesitan cambiar de casa en busca de una mayor. Familias con hijos que permutan su vivienda actual –más pequeña- por una mayor. «Las viviendas de tres dormitorios siguen teniendo estire y afloje».

¿En cuánto puedo vender mi CASA?¿Pero cómo sabemos cuál es el precio real del bien?
Este punto es el más importante a establecer cuando queremos vender nuestro inmueble, de modo que una falla como ésta, en un mercado inmobiliario como el actual, nos puede llevar a perder mucho dinero.

Es bastante obvio que si ponemos un precio por debajo del mercado real, haremos una venta rápida, pero perderemos esa diferencia. Claro que en determinadas situaciones, es la única opción. Pero si estimamos obtener un precio que nosotros deseamos, pero que no se corresponde con la realidad, los meses irán pasando y la venta no se efectuará. Esto de por sí es una pérdida también. Ni hablar, si no estamos habitando esa propiedad, por lo que debemos seguir pagando sus gastos, y corriendo riesgos innecesarios. Todos sabemos lo que implica, por ejemplo, que un piso sea invadido por paracaidistas, y el tiempo y el dinero que nos puede llevar desalojarlos.

 

Tenemos, a grandes rasgos, dos opciones. En primer lugar, una muy segura y eficiente, es contratar un valuador. Son profesionales expertos en la materia, y nos van a dar un valor estimado bastante certero. El único inconveniente es que tiene un costo, y hay veces que no podemos cubrirlo. Ahí tenemos la segunda opción, que es buscar nosotros mismos el precio adecuado. Para eso debemos hacer nuestro propio estudio de mercado. Tanto en Internet, como en avisos de prensa escrita, debemos buscar pisos de características similares al nuestro.
La zona es el dato más importante. Como dicen los americanos, en negocios inmobiliarios hay tres puntos clave: «location, location and location».

Luego comparamos con pisos similares al nuestro en cuanto a metros cuadrados, número de dormitorios y baños.


La sinceridad es clave.
No es lo mismo si tiene estacionamiento, que si no lo tiene. Año de construcción y estado de conservación del piso son sumamente importantes.

DETRÁS de las 10 palabras que suele ocupar un anuncio clasificado de ventas de pisos, como cualquiera de los que se pueden leer habitualmente en cualquier periódico, hay cientos de historias. En esta crisis económica todas comparten un denominador común: intentar vender una vivienda en estos momentos resulta una tarea tan complicada como conseguir financiamiento de un banco.